Obligaciones, pesadas obligaciones que te persiguen y no te dejan ser libre como quisieras; lavar los platos, hacer la cama, quitar el polvo, limpiar el baño, pasar la aspiradora… ¡¿no veis que estoy aquí ocupada escribiendo esto?! ¿No podéis dejarme en paz de una vez y aprender a hacer algo por vosotros solos?
Pero no, las muy pesadas necesitan que sea yo quien los limpie, y los deje perfectos. Igual que unos zapatos no pueden viajar sin los pies, igual que un lápiz no puede dibujar algo maravilloso sin una mano, infinitos ejemplos de perfectas simbiosis.
Qué le vamos a hacer, llegara el día, en que yo también necesitaré ayuda y por mi sola no conseguiré hacer nada, pero cuando llegue ese día, no me arrepentiré, no lo haré porque no pienso perder el tiempo ahora que puedo hacer todo lo que deseo.
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